Los primeros besos - Jake & Megan

Al llegar de la [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] me dirigí rápidamente al cuarto que pertenecía a mi hermano, este cuarto tenia el baño adjunto. Puse mi preciada carga en el piso el tiempo necesario para buscar un vestido de seda a rayas azules y blancas que había pertenecido a mi madre. Junto con este encontré un camisón a juego para usar debajo. Saber que no tenia otra prenda interior estaba llevándome a la locura, pero verla allí mojada aun me saco cualquier otra idea de la cabeza.

Con las ropas en la mano camine con ella hacia el baño y abrí el grifo verificando la temperatura del agua. -Aquí tienes dos toallas, y este vestido que espero que te sirva, creo que mi madre era algo mas alta pero esbelta igual que tu.- Le dije mientras me sentaba en el borde de la bañera y acercaba a Megan hasta tenerla de pie entre mis piernas. Sin poder resistir un minuto mas la bese, con ansias mientras desabrochaba la camisa que ella traía despacio. Mordí sus labios, jugué con su lengua a un juego muy antiguo, tome sus cabellos en mis manos, mientras la besaba fieramente. Una vez que quite la camisa que ella traía me detuve y la mire a los ojos. -Te voy a dar intimidad- Cerré el grifo y me gire a mirarla por ultima vez antes del salir del baño.
Sin poderme aguantar trace una linea por su costado admirando su figura de lado. -No creas que he olvidado que tienes cosquillas en los pies- le dije sonriendo y salí para darle espacio.

Una vez afuera apoye la cabeza contra la puerta cerrada. Había necesitado toda mi voluntad para salir de allí. -Voy a darme un baño rápido- y frio -tomate tu tiempo y cuando termines encuentrame en el patio.-

Me pase todo el camino dividida entre la desagradable sensación de frío por mis ropas húmedas y el sonrojo que me provocaba estar en los brazos de Jake. El druida iba contándome cosas de su casa y yo contestaba con frases cortas que denotaban mi timidez junto que había decidido que los botones de su camisa eran muchas más interesantes que enfrentarme a su ardiente mirada posada sobre mi.

No supe muy bien descifrar que sentí cuando llegamos y me poso con delicadeza en el suelo, una mezcla de alivio por dejar aquella postura tan íntima pero a la vez desilusión porque ya se hubiese acabado. Lo observe con curiosidad mientras buscaba la ropa y aparte la mirada sonrojaba al ver como Jake miraba el camisón, ¡en menudo lío me había metido!, pero a la vez sentía una especie de adrenalina recorrer mi cuerpo que me hacia sentir viva como hacia tiempo que no lo estaba.

Camine con él hacia el baño con el corazón latiéndome a mil por hora, tal estruendo retumbaba en mis oídos que de haberme hablado en ese momento me hubiese costado escucharlo con claridad. Por ello tuve que hacer verdaderos esfuerzos para entender lo que me dijo después, sonreí tímidamente – muchas gracias, Jake – me deje guiar hasta estar de pie entre sus piernas, estaba nerviosa pero a la vez sentía emoción por la situación.

Un gemido escapo de mi boca al sentir la pasión con la que me besaba pero quedo acallado en el furor del momento, tímidamente le respondí, desea hacerlo con la misma ansia que él pero aquello era nuevo para mi y me desbordaba. Estuve a punto de posar mi mano sobre la suya que tan hábilmente desabrochaba mi camisa para detenerlo pero me distrajo el asedio de sus besos juguetones y me rendí, por unos segundos me deje llevar y le bese con torpeza pero con la misma pasión, enrede mi mano en su pelo y me olvide del mundo hasta que note que Jake se detenía. Confusa lo mire a los ojos y asentí sonriéndole ante sus palabras, contuve la respiración cuando me acaricio el costado despertaba sensaciones en mi que me ponían la piel de gallina. Solté una carcajada al escuchar sus últimas palabras, sabia que utilizaría aquella información en su beneficio, el muy pícaro.

Me apoye en la puerta cuando se fue y cerré por un momento los ojos intentando sosegar mi alterado corazón, los abrí al oír su voz del otro lado – esta bien, iré al patio en cuanto termine – respondí caminando hacia la bañera. Me quite la ropa mojada y me metí en la bañera, un escalofrío de placer me recorrió de arriba a abajo al sentir el agua calentando mi extenuado cuerpo.

Por un momento me quede quieta saboreando la sensación y dejando que todos los recuerdos del dia fluyeran sobre mi, había sido realmente agitado y sorprendente. Aun me costaba asimilar que estaba en casa de Jake y que nos habíamos besado, si, en el fondo de mi mente sabia que lo había deseado desde hacia mucho pero eso no restaba el vértigo que una experiencia desconocida siempre provocaba en mi. Deje mi mente en blanco por un momento y disfrute del baño, momentos después salí de la bañera y me seque el cuerpo, era más consciente de mi aspecto físico ahora, el druida había hecho que se despertara mi interés por saber como era.  

Con gran solemnidad me puse la ropa de la madre de Jake, era todo un detalle que me la hubiese prestado, seguro eran recuerdos muy preciados para él. Me mire al espejo por un segundo y me mordí el labio con nerviosismo, ¿qué pensaría cuando me viera vestida así?, ¿seguiría actuando como en la fuente o en el baño?, solo lo adivinaría si salía de aquel cuarto así que tome el pomo de la puerta y me encamine a buscar a Jake.

Al salir del cuarto de baño me encamine directamente hasta la cocina y sin mas fuerzas, apoye la espalda contra la pared mientras involuntariamente me tapaba las cara con ambas manos.
Como habia pasado de controlar los besos a sentirme completamente fuera de juego...? solamente entre sus brazos algo asi podia ocurrir, pero ella tenia mas poder sobre mi que yo mismo.

-Comida- me obligue a decir en voz alta, como para romper el embrujo y darme algo que hacer mientras ella estaba en el baño.
Con mas lentitud de lo que me hubiera gustado me dedique a preparar unas ostras, jamones, quesos, galletas y alguna ensalada. Como era que no tenia idea de que podia gustarle?
Sabia tanto de ella, su pasado, sus poderes, la forma en la que su cuerpo semidesnudo se pegaba al mio....-Ok, tienes que parar de pensar ahora mismo- Volvia a hablar conmigo mismo, mientras retomaba la tarea de cortar el queso.

Una vez que logre poner todo en la mesa de afuera en el patio me sente frente al mar, pero todo lo que veian mis ojos era la silueta de una mujer en medio de su magia. Sin poder aguantar un segundo y con la idea de despejarme, abri el vino y me servi una copa, temiendo pasar por maleducado, pero necesitaba un poco de vino para intentar parar las imagenes que mi mente podia crear al saber que ella estaba desnuda debajo de mi mismo techo.

Tan sumido estaba en mi autocontrol, o en lo poco que quedaba de el, que solamente me percate de su presencia cuando el viento movio el vestido de seda blanco y azul y cual si de una Diosa se tratara, la vi de pie justo en la entrada revelando algo del camison interior, y justo asi en un intento fallido de levantarme olvide que aun tenia la copa de vino en mis manos y termine mojando completamente mi camisa.
El momento fue tan extraordinariamente bochornoso, que tuve que cerrar los ojos y finalmente abrirlos sonriendo mientras me quitaba la camisa. -Desde cuando estabas ahi Musa? Mira lo que me haces...-

La mire nuevamente envelesado, fue un milagro que no saliera corriendo luego de verme ser tan posesivo y luego verme hacer el ridiculo y perder el control al verla.
Movi una silla invitandola a sentarse justo frente a mi, no confiando en mi mismo si la tenia a mi lado. -Eres preciosa- susurre.

Salí al patio y la imagen que vi fue enternecedora, Jake se había esmerado por ser un buen anfitrión y había desplegado todo un festín sobre la mesa del patio. El paisaje no podía ser más magnifico, una vista bellísima del mar, en buena compañía y con una excelente variedad de comida aunque en ese momento con mi nivel de nerviosismo volviendo a alzarse no estaba segura de poder comer mucho.

Mire con una sonrisa tímida a Jake pero estaba sumergido en sus propios pensamientos con una copa de vino en la mano, lo admire en silencio, era un hombre realmente hermoso y no podía creer que se estuviera tomando todas esas atenciones conmigo, nunca había vivido nada parecido y me encantaba a la vez que me ponía nerviosa por saber cómo avanzarían las cosas.

Al fin Jake salió de sus cavilaciones y me miro, me encantaba como me miraba yo no paraba de sonreír, fue a levantarse pero entonces quedo empapado en vino, - oh vaya, te he asustado, debí anunciarte mi presencia, te has puesto perdido de vino – dije acercándome para secarlo con unas servilletas pero se me seco la boca al ver como se quitaba la camisa y su torso queda a merced de mi vista. Madre mia que hombre más glorioso, me quede unos segundos embelesada mirándolo pero luego aparte la vista sonrojada y me fui a sentar en frente suyo, menos mal que no había propuesto que me sentase a su lado, ya me resultaba difícil concentrarme con él enfrente pero teniéndolo al lado ya hubiese sido imposible.

Logre alzar la mirada y mirar su rostro cuando me hablo, teniendo cuidado de no desviar la vista o perdería el habla, sonreí sonrojada – gracias, tú eres muy hermoso también – le dije desviando la mirada a su torso y volviendo a sus ojos rápidamente. Intentando recuperar el control eche un vistazo a la comida y me intrigo unas conchas con algo gelatinoso dentro, cogí una y la observe - ¿qué es? – le pregunte a Jake con curiosidad, me encantaba probar comida nueva. Chupe el contenido de la concha con deleite pero al tragarla mi cara se torno en asco – puaj, esta malísima y sabe a gelatina viscosa – exclame mientras cogí una servilleta para escupir lo que no había tragado.

Tome una copa de vino y bebí casi medio vaso para aliviar el malestar, al fin superado mire avergonzada a Jake, pobre él me había puesto sus mejores manjares y yo reaccionaba asi pero no lo podía evitar cuando me desagradaba una comida. – Lo siento, te agradezco mucho el detalle Jake pero se ve que no va a formar parte de mis comidas favoritas – me disculpe encogiéndome de hombros.

No pude evitar notar como la mirada de Megan a mi torso y mi area abdominal, por lo que habia decidido perversamente no cambiar de camisa y quedarse asi. -Espero no te importa que no me vista nuevamente, solo por si decido tirarme otra copa encima- le dije finalmente guiñandole un ojo, una vez que ya estaba sentada frente a mi.

Le iba a decir "Ostras" y a explicar un poco acerca de como comerlas, pero Megan se me adelanto, y aunque me hubiera gustado verla probar las ostras mas despacio, me alegre de no haberme perdido el momento en que su boca bebia de la concha y chupaba todo su contenido, posiblemente la vision era mas afrodisiaca que el alimento mismo.
La vision duro poco y no pude mas que sentirme apenado mientras me reia a carcajadas de su reaccion. Trate de hablar en varias ocasiones pero solamente lograba sonreir nuevamente.

-No hay nada de que lamentarse, me deleita que me confiaras lo suficiente para probarlas, lo mejor sera que yo tampoco las toque si tengo intencion de besarte nuevamente, y tengo intenciones- le dije mientras me paraba de mi asiento despacio y me acercaba al de ella, todavia la vision de su boca chupando con deleite antes de reaccionar con tanta naturalidad.
Movi un poco su silla, una vez que ella ya habia tomado media copa de vino, y devuelto la copa a la mesa, no queria derramar mas si no era necesario, o hacer el ridiculo aun mas.
-Sin embargo, a mi si me gustan las ostras- le dije mientras la ayudaba a levantarse de la silla y me sentaba yo mismo al borde de la mesa. -Sabes que es mejor que probarlas asi como lo has hecho tu?- Le segui comentando mientras la colocaba de pie entre mis piernas y desabrochaba el vestido dejandola en camision delante de mi.
-Probarlas mezcladas con vino directamente de tu boca-

El beso empezo como una caricia languida y apasionada y mantuve toda mi concentracion en mantenerlo asi, ella se merecia seduccion, despacio, por semanas enteras, sin mis mas intensos instintos de posesion estropenadolo. Mis manos acariciaban su pelo y su espalda, como ancladas a los lugares de su cuerpo que no me harian perder el control.

Genial, pensé voy a tener que pasarme todo el rato evitando mirar su cuerpo desnudo, suspiré, ese hombre colapsaba todos mis sentidos. - Esta bien, sería una pena que estropearas otra camisa - ni loca reconocía que me estaba perturbando no quería quedar con una niñita asustadiza.

Escuche sus carcajadas y frunci el ceño - muy bonito hombre muy bonito, riéndose de una pobre indefensa - le reprendi riéndome y tirándole una servilleta. Deje de reír al escuchar la promesa de Jake, vivía en un continuo estado de sonrojo - me parece buena idea - le dije como si estuviera hablando de la comida y no de la curiosidad que sentía porque me volviera a besar.

Cuando se levantó me sobresalte, no pensé que se refería a ya, en ese momento, pero quería que lo hiciera aunque cada vez que se acercaba mi corazón latía frenético. Alce una ceja al ver como movía mi silla y espere expectante su próximo movimiento. - Ohm - respondí sin saber muy bien que responder a ese comentario mientras me levantaba de la silla mirándolo intrigada. Negué con la cabeza, estaba muy embelesada con su mirada para contestar con palabras, tanto que ni me di cuenta que me encontraba entre sus piernas y me estaba quitando el vestido. Me mordí el labio insegura cuando lo note, no sabía muy bien que hacer, ¿lo tocaba?, ¿lo besaba?, no tenía agallas aún para ello, maldita fuera mi inexperiencia.

Gemi ante su último comentario, la imagen era muy sugerente y luego las sensaciones se adueñaron de mí cuando Jake poso de nuevo sus labios en los míos, le respondí siguiendo el mismo ritmo calmado pero deleitandome en ello y permitiéndome por primera vez explorar su boca a mi antojo, mordisqueando su labio, pasando la lengua por el mismo sitio para aliviar el mordisco y finalmente besandolo con ferocidad agarrandome a su nuca y acariciando su pelo.

En algún momento, me dí cuenta que Megan no había protestado por mi osadía quitándole el vestido. Mientras me entregaba al beso lo único en mi mente era capaz de asimilar era que debajo del camisón ella estaba completamente desnuda y que si por alguna razón yo era lo suficientemente estúpido para tocar la piel desnuda de sus nalgas o sus muslos no sabría que tan rápido podría parar.
Y luego ella me mordío... y ya no pude pensar más. Dejé que mi cuerpo sintiera realmente todo lo que estaba ocurriendo, mientras su lengua me exploraba con curiosidad. Cuando sus caricias se volvieron más apasionadas y atrevidas, gemí en su boca como un niño que descubre placeres por primera vez.
Suavemente fue besándola más despacio, hasta que paré completamente y dejé que mi frente descansara en su frente.
-No pienses por un segundo que hemos terminado de besarnos- le dije mientras mis manos recorrían su silueta. -Ahora mismo me siento bastante como un mar en calma en la superficie pero todo dentro de mi bulle de actividad y corrientes-.

Al momento en que mis manos llegaron a su cintura la alcé abriendo sus piernas para sentarla a horcajadas sobre mi, consciente de que el camisón se había subido encima de los muslos, de que ella no llevaba nada debajo y de que indudablemente podía sentirme palpitando contra su piel incluso a pesar de mis pantalones.
Con una mano me estiré hacia atrás y seleccioné una uva del plato para acercarla a su boca, -Abre tus labios para mi pequeña- pedí mientras la miraba a los ojos por primera vez, suplicando que no la hubiera asustado, mientras mi otra mano se mantenía firme en su cintura acercándola más a mi si era posible.

Sonreí victoriosa sobre sus labios, ¡que poderosa me sentía al saber que mi pequeño avance le había gustado!, respiraba agitadamente cuando dejamos de besarnos, me gustaba esa intimidad con él ya no me intimidaba tanto nuestra cercanía, algo en mi se había desatado.

- Eso espero aún tengo mucha curiosidad - solté de forma natural, para que ocultarlo ahora que por fin empezaba a relajarme. Me retorci como un gato ante su caricia, yo también deseaba tocar pero aún no estaba en esa fase. - Yo me siento igual - reconocí mirandolo esta vez si con algo de pudor.

Di un gritito de sorpresa cuando me alzó y me encontré a horcajadas, el sonrojo volvió a mi rostro pues sentía toda su anatomía, toda. Tuve que cerrar los ojos para mantener la calma pues al inclinarse hacia atrás el roce se intensificó y me hizo gemir, al abrirlos vi que me daba a comer una uva y embriagada de deseo solo pude abrir la boca y morderle juguetonamente la mano antes de comer un bocado que está vez si me supo a gloria.

Lo mire con intensidad y me retorci un poco sobre su cuerpo, el anhelo de algo que yo desconocía me estaba provocando desasosiego - Jake, tus pantalones me molestan son ásperos quiero sentir tu piel cálida, ¿te importa quitártelo? - pidió con naturalidad sabía que estaba jugando con fuego no quería quemarse pero tampoco podía parar.

Si sus gemidos no me habían vuelto ya completamente loco, lo terminó haciendo su juego cuando uso los dientes para morder suavemente mis dedos. Sin embargo nada me había preparado para la siguiente frase que salió de sus labios.
Suspirando y sin saber que hacer empujé los platos y girándome la apoyé en la mesa abriendo suavemente sus muslos me instalé en el medio y la miré.
-No sabes cuanta felicidad puede brindarme complacer ese pequeño deseo- le lancé descaradamente mientras traía su mano a la cintura de mis pantalones, necesitaba su toque mientras me desvestía delante de ella.
Una vez completamente desnudo, subí mis manos por sus muslos abiertos hasta casi tocar su centro. -Necesito que me toques Megan, necesito verte desnuda- le susurré.
-Tengo un miedo enorme a que te asustes y quieras marcharte- seguí diciéndole mientras poco a poco comenzaba a besar su cuello, y mis manos subían por sus costados casi tocando sus senos pero sin atreverme a caminar más allá sin su consentimiento.

Entonces la besé, duro, con toda la atención puesta en su boca y en como su esbelto cuerpo en camisón se pegaba a mi cuerpo desnudo. La besé consciente de que mi barba de pocos días le iba a dejar marcas, de que con mis manos estaba cubriendo sus senos, de que mi lengua no le daba tregua. -Pídeme que me detenga Megan- casi supliqué en sus labios.

La respuesta de Jake me confundió, pensé que se quitaría los pantalones y seguiríamos tocandonos y besándonos, lo que siguió me tomo por sorpresa pero debí preveerlo el que juega con fuego se quema y yo me estaba abrasando recibiría mi justo castigo.

Le sonreí dudosa ante sus palabras en la otra postura yo tenía el poder ahora estábamos en tablas. Mi mente gritaba deten tu mano no la pongas en su cintura pero mi cuerpo tenía el control había una desconexion entre uno y otro. Una bruma erotica me envolvio y la voz de mi cabeza se apago la piel de Jake era como me lo imaginaba, cálida, suave, invitadora y me deleite en explorarla un poco mientras se quitaba los pantalones.

Sus manos en mis muslos me provocaron un nuevo gemido este un poco más intenso por anhelar sin saber el que. Trague saliva y lo mire con intensidad - yo también quiero tocarte - susurre embelesada con ese juego que me estaba volviendo loca. Pero antes cumpli su pedido aunque moría de la vergüenza y mi sonrojo se había vuelto multiplicado por mil, mi cuerpo ardía. Poco a poco tomé el camisón y lo subí por mi cuerpo hasta que me lo quite por la cabeza y lo dejé en la silla más cercana. No lo miraba a los ojos, no podía, mi timidez aún era extraordinaria pese a mi arrojó anterior.

Su desnudez y mi desnudez fue mucho para asimilar por un momento pero cerré los ojos y me deje envolver por las sensaciones que sus besos en mi cuello me dejaban, se me erizaba la piel y la respiración se me agitaba y entonces todo encajo, era Jake, estaba a salvo con él y no había ido tan lejos para quedarme con la curiosidad, así que abrí los ojos con una intensidad desconocida en ellos.

Deje que el deseo me invadiera y comencé a acariciar su cuerpo con deleite, la espalda, el cuello, moldee sus hombros que eran poderosos y tire de su pelo cuando casi me toca los senos en un arrebato instintivo de pasión.
El beso llegó en el momento justo, le respondí con ganas, en ese momento necesitaba esa brusquedad no quería al Jake dulce quería al Jake pasional. El roce de su barba me encantaba y ahogue un gemido cuando al fin atrapó mis senos, entre la neblina de deseo sus palabras llegaron lejanas - no quiero parar quiero seguir sintiendo tu piel y la mía juntas, quiero recorrer tu cuerpo con mis manos y quiero seguir besándote pero no quiero llegar hasta el final, solo un poco más, ¿soy egoísta por ello? - pregunte acariciandole la barba que me encantaba.

En medio de la neblina de sus gemidos, o eran los míos? no lo sé aun... pero en medio de toda esa neblina de deseo, en algún momento la realidad me dio una cachetada. Megan estaba desnuda, completamente desnuda.
Abrí los ojos que nunca supe había cerrado y me encontré de frente con la intensidad de su mirada, casi un segundo antes de romper el beso, justo en el momento en que mis dedos decidieron aventurarse perezosamente en sus pezones erguidos. Aun sentía caricias en mi piel como si sus manos hubieran dejado marcas de fuego que aun quemaban.

-Eres egoísta, pero yo lo soy más aun porque no me importa- le respondí mientras daba un paso hacia atrás para poder apreciar su cuerpo mejor.
-No- le dije mientras mantenía abierta las piernas que ella intentaba cerrar. -Déjame mirarte así Megan, abierta y sonrosada para mi- Avancé despacio y la besé, tocando solamente su boca, mis manos agarradas a los lados de la mesa. Fue un beso suave, más para calmar el fuego lo suficiente para que ella me tocara. -Yo también quiero recorrerte con los ojos y las manos, descubrir cada lugar oculto, pero como no sabría cuando parar, creo que es mejor que empieces tu- suspiré y me rendí ante una idea.
-Pero antes de que empieces a tocarme- dije solo un segundo antes de rozar ambos pezones de nuevo con los dedos, justo lo suficiente para verlos endurecerse y un segundo antes de chupar una de las puntas erguidas y luego la otra lo suficiente para oírla gemir. -Ahora si soy todo tuyo-

Me entristeci al oír el inicio de la respuesta pero después me quedé confusa mirándolo, no lo entendí, pero tampoco me extraño mi mente estaba sobrestimulada por todas las sensaciones que me provocaba así que ni lo intenté.

Su mirada me hizo ser consciente de mi cuerpo desnudo y del suyo y la vergüenza volvió a mi y quise esconderme pero sus palabras me dejaron clavada en el lugar, espere expectante un nuevo beso que deseaba. Fue más dulce más delicado, una forma de controlar el fuego que ambos habíamos desatado.

Sonrei al escuchar sus palabras sus actos me habían demostrado que me deseaba, era encantador ser consciente de cuánto lo alteraba. Pero me aterraba tomar el control y si no sabía que hacer, bueno si que lo sabía pero ¿todavía me quedaban agallas para hacerlo?.

Le escuche con atención y curiosidad y eso me distrajo del camino que habían tomado sus manos en mi cuerpo, me hizo gemir y arquearme sentir sus manos en mis pechos, lo mire sonriendo de lado - eres un pícaro astuto, Jake - dije retorciendome aún sintiendo aún sus manos por mi cuerpo aunque ya no estuvieran y me cediera el control.

Y así como había venido el placer y el deseo se fueron al darme cuenta que ya me había saciado por ese día y no quería seguir - Jake - dije mirándolo con cara de pena pensaría que estaba loca o que estaba jugando pero no controlaba mis emociones - ¿y si lo dejamos así?, ya he saciado mi curiosidad por hoy, ¿reponemos fuerzas y charlamos un poco? - le propuse levantandome de la mesa y poniéndome la ropa.

Como caballero que sabía que era lo acepto y pasamos un rato genial comiendo y charlando más complices que nunca, pues había una nueva intimidad entre nosotros.

Luego Jake se fue a dar una ducha bien fría y Megan se fue a dar un paseo para despejar la mente y que las perspicaces de sus hermanas no se dieran cuenta de la maravillosa comida que había tenido