Bienvenida a la familia - Evan & Myles

Era increíble que aún no hubiese podido charlar tranquilamente con mi sobrina, estaba muy solicitada o estaba con sus padres o con su amiga o alguna de las hechiceras charlaba con ella, por mi parte también había estado bastante ocupado creando un pequeño botín de hierbas medicinales de reserva por si acaso.

Habíamos quedado para dar un paseo por el jardín mirador, era un sitio alejado de oídos indiscretos, Evan podía relajarse y evitar el escrutinio de los mayores y yo podría preguntarle lo que quisiera sin que nadie interviniese.

Con una sonrisa esperaba la llegada de mi sobrina apoyado en una cerca de madera a la entrada del jardín. Tenía una sobrina que sensación más maravillosa, recuperar a la familia perdida y poder darle todo el amor que se merecía y también consentirla un poco, para educarla ya estaban los demás, yo sería el tío guay al que acudes para divertirte.

Mire al horizonte y la vi llegar aún me impresionaba su aspecto, era la viva imagen de su abuela, ¿lo sería tambien en carácter?.

Le sonreí con cariño y fui a su encuentro - al fin puedo robarte un rato solo para mi, estas muy demandada cariño - la salude abrazandola amorosamente. - ¿te estás adaptando bien?, ¿te gusta la isla? - le pregunte interesado esperaba que en un tiempo la considerase su hogar.

Desde que había llegado mis días se habían visto completamente llenos de planes, y con ello un ruido de fondo que nunca paraba. Ver el pasado tan claramente tenía sus complicaciones, aun me era difícil parar cosas que no debía o quería ver. Las emociones de mi madre a flor de piel, mi padre cuestionándose sus decisiones, Anna completamente cautivada por Raphael, Sophie negándose a creer en el amor, Clau pensando en dar otra oportunidad... sinestésicamente hablando estaba bastante sobre expuesta. La invitación de mi tío vino a salvarme.

Aunque no tenía mucho conocimiento de Myles, esperaba que al menos el ruido de muchos pensamientos y emociones y vistas a pasados fuera menos si estaba con una sola persona a la vez. Por esa razón, lo que sentí me sorprendió.
-Paz- no fui consciente de haberlo dicho en voz alta hasta que el Me sonrio y vino a mi encuentro con preguntas simples. No habían emociones barbullantes a flor de piel, solamente una imagen de el y la tía Valen mirando el mar tranquilamente. Suspiré de agradecimiento, y no se si por eso, o porque llevaba mucho rato queriendo hacerlo me lancé a sus brazos Para darle un abrazo de oso.

-Tio Myles, me encanta la isla, ahora que sé que ademas puedo estar cerca de ti sin ver demasiado en tu pasado creo que puedo encontrar un poco de esa paz yo misma- le dije separándome mientras miraba a mi alrededor.
-Sé que es de buena educación preguntar como están los demás, pero- y señale mi cabeza para que entendiera de que hablaba- puedo ver que tu y la tía Valen están bien.- dije finalmente encogiéndome de hombros.

Me reconforto sentir su abrazo de vuelta y así en un segundo mi sobrina me robo el corazón al oír por primera vez de sus labios ese apelativo familiar, le sonreí ampliamente muy contento, últimamente todo estaba encajando en mi vida.
- Oh - dije sorprendido por su comentario - y yo que pensé que era un libro abierto, me alegro hay cosas que es mejor que no vean tus ojos - le dije mirandolo pícaro. - Entiendo, demasiada intensidad de sentimientos a tu alrededor, debe ser extenuante y tiene que ser realmente difícil escucharte a ti misma entre tanto ruido - aventure acariciandole el brazo. No la envidiaba había visto en Valentine lo que una visión provocaba, tenía bastante con mis sentimientos como para sentir los de todos.

- Me alegro que te guste espero que pronto la puedas llamar hogar - respondí mirándola con cariño. Negué con la cabeza al oír su siguiente comentario - conmigo no tienes que ser educada cariño tienes que ser tú misma, cuenta conmigo para lo que quieras - se ofreció esperaba que acabasen formando una muy buena relación, de confidentes, si ella así lo quería.

Sus últimas palabras me hicieron sonreír no solo con la boca sino con la mirada, me encontraba en paz y lo transmitía - por suerte tu tía y yo hemos superado el primer bache y ahora estamos en armonía - no pensaba tratar a Evan como una niña pequeña sesgandole la información, iba a aplicar mi propio consejo. - Cuéntame, ¿que te apetece hacer? o ¿sobre qué te apetece charlar? - le pregunté interesado. ¿Eres muy grande ya para hacer el tonto con tu tío? - le pregunto pues desde que había llegado se le había apetecido hacer una cosa pero igual era demasiado infantil.

Por primera vez me encontraba con un adulto que no me guardaba información o me abrumaba con ella. -Gracias, por ser franco acerca de ustedes, a diferencia de mis padres- suspiré pensando en ambos.

Traté de recordar todo lo que sabía del pasado de Myles, de tío Myles, me recordé a mi misma, sin meter mis narices demasiado en temas que no me incumbían.
-Crees que mi padre, ya sabes con mi madre... se arreglen?- pregunté con toda la sinceridad y la curiosidad de mis 16 años. A fin de cuentas mi tío Myles se había ganado no sólo mi confianza sino mi respeto, aunque mi cariño ya lo tenía.

-Y no,- respondí riendo-Aun puedo hacer el tonto con mi tío.-

Sonreí complacido al ver que valoraba como la trataba - su situación es más complicada, tienen más historia a sus espaldas y a veces la mochila del pasado pesa mucho, dependerá de ellos aligerarla, más bien creo que dependerá del idiota de mi hermano, por lo que vi en la reunión tu madre pone de su parte pero tu padre - rodó los ojos exasperado porque a veces Lucien podía ser inaguantable - pone el mal genio, en su defensa tengo que decir que las emociones lo tienen sobrepasado y no las gestiona bien, pero quien lo puede culpar, ha descubierto tu existencia 16 años tarde es algo difícil de digerir hasta para mí pero yo pude pasar página rápido a lo importante que es conocerte y quererte porque no estoy implicado directamente en el drama - suspiré y la mire con franqueza - no te voy a mentir Evan, no me gusta jugar con los sentimientos de nadie yo espero que mi hermano recapacite y vea el gran equipo que puede formar con Thera si dejan atrás el pasado, pero no se que pasará, el tiempo lo dirá, espero que no tarde mucho y tu madre no se canse de esperar - completo su discurso mirando a su sobrina resignado.

- Dejemos los temas serios vamos a relajarnos - propuse contagiandome de su alegría - muy bien señorita pues vamos allá - anuncie cuando acepto mi propuesta, con agilidad la cargue en mis hombros y la asegure en mi cuello - ¿estas a gusto?, agárrate fuerte a mi - y sin esperar más me lance pendiente abajo sujetando las piernas de Evan para mantenerla fijada a mi mientras bajabamos velozmente por la colina del bosque.

Dejaban atrás los árboles con velocidad y Myles saltaba con agilidad los obstáculos, un rato después fue parando poco a poco, - ¿te ha gustado? - pregunte eufórico por la adrenalina de la carrera. - Si quieres y no tienes miedo podemos hacer un juego que hacia de pequeño, en los árboles hay cuerdas robustas que me permiten ir volando de un árbol a otro te dará una perspectiva más impresionante de la isla, ¿quieres probar?, tranquila te sujetare bien - dijo entusiasmado pues hacia mucho que no sacaba a su niño interior.

Escuché con atención sus palabras, pues a pesar de poder ver el pasado y ser demasiado empática, a veces por lo poco que había vivido, o por lo protegida, no entendía todo lo que veía.
-Ahora mismo el está hecho un caos y ella está herida, pero ellos se quieren o al menos se quisieron hace mucho... o eso creo. A veces no interpreto demasiado bien lo que veo, sobretodo cuando veo mucho.- me sinceré.

La corrida cuesta abajo fue estupenda, hacía mucho que no jugaba así, el tío Diego lo evitaba pues no podía hacerlo conmigo y no con Anna, y hacer cualquier cosa con Anna le era complicado...
-Tenerte de tío y a la tía Valen solo para mí es lo máximo! - dije mientras me desplomaba en el suelo aun riendo.

-Paso de las cuerdas, las alturas no es lo mío-, le confesé y luego lo miré y vislumbré lo que ya el sabía, -Bueno casi para mi, en algún futuro cercano tendré que compartirlos con una prima pequeña, cierto?-

La mire sorprendido por su análisis tan certero, era muy madura para su edad pero era algo normal teniendo en cuenta todo lo que había vivido, ojalá la hubiese visto crecer, apartó esos pensamientos cenizos de su mente - si, yo pienso lo mismo, espero que gane el amor y no el orgullo y la cabezoneria - dije deseándolo fervientemente ambos se lo merecían. - Es normal es mucha saturación de información y todavía no tienes la formación necesaria, ¿tu tía Valen te ayudará con ello? - pregunte intrigado por saber como sería su aprendizaje.

Su risa lleno de júbilo mi corazón y sus palabras me encantaron mi parte orgullosa agradecía saber que era un tío molon, más a lo mejor que Raph, chupate esa rumano, pense infantilmente aunque en realidad estaba agradecido de que Evan hubiese crecido con una figura paterna estable como él.

Me tumbe a su lado contento, - vale no hay problema - dije mirándola comprensivamente quizás tenia miedo a las alturas o le daba vértigo. Me sorprendi al escuchar sus últimas palabras, todavía estaba haciendome a la idea de esa visión pero sonreí como un bobo - las visiones de tu tía no fallan así que si, en algún momento tendrás una primita pero seguiré corriendo ladera abajo contigo si quieres - le asegure riéndome. - Siento que no haya más gente de tu edad en la isla, puede que llegue el hermano de uno de los druidas - le revele haciéndole ojitos - ¿has tenido novio alguna vez Evan?, ¿dejaste a algún enamorado fuera de la isla? - pregunto con curiosidad, ventajas de ser el tío y no el padre, eso le hizo pensar en su paternidad y en cómo reaccionaria él ante un novio de su hija, puso los ojos en blanco y borro ese pensamiento de su mente aún no había nacido y ya estaba preocupado.

La tía Valen me ha ayudado mucho, estaba pensando en como explicarle al tío Myles. -Sabes que tu mamá también veía el futuro?- pregunté curiosa . -Ella me ha ayudado mucho pues iba dejando pistas para mí, incluso estando ustedes pequeños. Muchas veces era como mirar a la cámara directamente. Sus visiones eran mucho más claras que las de Valentine.-

Algo se me ocurrió en ese momento. -Sus viejos diarios de como dominar las visiones aun están aquí, quizás podrías buscarlos para Valen, la ayudarán a manejarse mejor.- le dije pensando en su pregunta aun. -Valen me ayuda constantemente dejándome pistas de presente, pero nuestros dones se complementan, usarlos a la misma vez puede requerir de mucha magia y de la ayuda de las otras, para evitar que nos quedemos encerradas en las visiones de pasado y futuro como un círculo.- expliqué finalmente.

-Podremos correr ladera abajo con tu hija, y Valen gritándonos desde arriba- le dije ríendo. -Bueno está Anna, que es mi mejor amiga, y solamente unos años mayor. Su siguiente frase me dejó con curiosidad. -El hermano de quien?-, pregunté tratando de recordar cual de los druidas tenía un hermano menor... demasiadas caras nuevas y pasados amontonados. -Novio? Conoces a Diego cierto? Crees que alguien se me hubiera acercado sin terminar hecho trozos?- sonreí. -No es que el lo prohibiera, pero es difícil para un muchacho de mi edad pasar la barrera de la presencia de Diego en mi vida. Aunque tampoco es que conociera a ninguno que me llamara la atención. - terminé de decir meditando acerca de ello. -Creo que mi mente aun está más interesada en hacer amigos-.

Las palabras de Evan impactaron en mi pecho dejándome sin aliento, la emoción me sobrecogio y en mis ojos las lágrimas pugnaban por salir, ahora lo recordaba, como no había caído antes, la conexión era palpable. - Llegó a conocer a su nieta, que alegría debió de sentir al verte por primera vez - murmure embargado por una alegría inmensa. Me gire para ver el rostro de Evan - me alegra que la tuvieras de guía, ojalá la hubieras podido conocer en persona, era la mejor maestra que podías tener y ahora la tía Valen cogerá el relevo - esa reflexión en voz alta me hizo pensar con ternura en esa conexión tan especial que ahora sabía que unía a mi madre y a mi chica.

Y si... - ¿crees que conoció también a Valentine? - aquello sería perturbador, su madre conociendo a su chica antes que él pero también muy emocionante.

Escuche con atención el pedido de mi sobrina - claro, seguro que están en alguna caja en la casa familiar - pensé, le preguntaría a Lucien si no los encontraba. Suspire pensando en que mi madre se convertiría en maestra también de Valentine a través de los libros, seguía guiandome aunque su presencia terrenal se hubiera ido hacia tiempo ya.

La explicación de sus poderes conjuntos me preocupaba en demasía pero confiaba en ellas, sabía que eran poderosas y confiaba en que mantendrían el control o sino se retirarian con prudencia o eso quería creer para no añadir más tribulaciones a mi mente. - Suena muy peligroso, por favor tener cuidado no os pongáis en peligro si no es absolutamente necesario - pedí aunque no tenía derecho pues todos eramos libres de acción y elección pero mi miedo era muy real como para no tomarme esa licencia.

Me centre en el presente y en escuchar lo que me revelaba mi sobrina, cada vez que ella o Valen me regalaban trocitos de sus visiones las emociones me asaltaban. - Oh, que imagen más bonita, la familia junta divirtiéndose, aunque no se porque creo que le provocaremos más de un infarto del susto a tu tía - vaticine riéndome pues aunque yo no era vidente como ellas empezaba a conocer bastante bien a la hechicera que me había robado el corazón.

Sonreí enigmáticamente, había despertado su curiosidad, esperaba no arrepentirme más adelante pero confiaba en Evan y su manejo del entorno, a veces era mejor que el de muchos de nosotros y eso que eramos ya adultos hechos y derechos. Ademas pobre del chico que se interesara por ella siendo hija de quienes era y teniendo tanto a las hechiceras como a mi mismo dándole consejos, él pobre chico no tendría escapatoria. Pero todavía estaba por ver como se llevarían, a lo mejor sí que solo acababan siendo amigos como Evan decía - el hermano de Jake, Nick Dilconte - le revele mirando con curiosidad su expresión, a lo mejor había tenido visiones con él y no lo sabía.

Me eche a reír con ganas al oír su explicación de porqué no había tenido novios - es como un perro guardián, ¿cierto? - pregunte riendo pues el tipo se veía hosco y temperamental. - Yo soy un tío más molón ¿verdad? - presumi sonriendo pagado de mi mismo pero luego mi cara reflejo agradecimiento - me alegro de que Thera te dejara con él y no con un extraño, es bueno que tuvieras una figura paterna a la que recurrir si necesitabas algo - le asegure con sinceridad, el rumano podía parecer mucho más cosas pero se le notaba que moriría por los suyos al igual que todos nosotros y eso me hacía respetarlo.

Sonreí ante su último comentario, - ese es el quid de la cuestión, no te ha interesado ninguno, cuando uno traspase la barrera de la amistad y te encuentres interesada, hablamos - le augure riéndome al pensar en el pobre chico.

Las emociones eran bien visibles en el rostro de Myles, pero en lugar de confundirme o hacerse demasiado intenso, me hacian sentir bien. Creo que al ser el tan directo sus emociones corrían mas en linea recta.

-Ella podía ver a Valentine, pero Valen a ella no, ya que tienen el mismo poder, sin embargo creo que puede que le haya escrito algo en sus diarios. La historia con mi mamá es muy diferente- terminé de decir suspirando.

-No te preocupes tío Myles, no lo haríamos a no ser que fuera algo completamente necesario y tuviéramos a todos druidas y hechiceras presentes.-

Presté atención a sus palabras. -Nick Dilconte- repetí el nombre, pero no significaba nada para mi, no habia visiones o nada familiar... -Quien sabe- dije encogiendome de hombros para terminar riendo ante su fanfarronería. -Definitivamente más molón-

Unicamente por eso quise mostrarle algo que llevaba rondandome la mente.
Tome sus manos en las mias y traté de conjurar en su mente, el mismo recuerdo que tenia yo de la primera vez que ví a mi nana.
Estaba jugando sola en mi cuarto, debia tener quizas 5 años, cuando sucedió la primera vez. Me encontraba de pronto en un pasillo largo de una casa con ventanas amplias y una señora caminaba de espaldas a mi con dos niños pequeños de la mano. Cuando se viró quise esconderme, pero sus palabras me detuvieron.
“-No tienes que temer, tengo el presentimiento que vamos a vernos mucho a partir de hoy-me dijo ella. El niño más pequeño se giró hacia su mamá. -Con quien hablas?-preguntó, y ella revolvió sus cabellos y le dijo que con una niña que un día quizas el podría ver. El niño mayor estaba enfurruñado y le dijo que a el no le interesaba ninguna niña, y ella riendo respondió, - Esta lo hará, te lo aseguro.”

Abrí mis ojos y me quede mirando a Myles, esperaba no haberle causado daño o haberme tomado un atrevimiento al mostrarle la vision.

Escuche las palabras de mi sobrina con atención y alce una ceja al escuchar la relación entre Thera y mi madre.

Me alivio saber que tendría cuidado si decidieran emplear todo su poder. Estuve atento a sus reacciones cuando pronunció el nombre del hermano de Jake, hubiese sido divertido que hubiera tenido alguna visión sobre él pero al parecer no habia visto nada. Mi sonrisa de pagado de mi mismo se amplio cuando me nombró tío molon, ese era yo.

Le sonreí con cariño cuando tomó mis manos pero al instante me vi transportado a un pasillo que conocía muy bien, ¡me estaba enseñando una visión!. Al fondo del pasillo una figura con dos niños pequeños, no, no podía ser, escuche su voz y me transportó a tiempos de inmensa felicidad, - mamá - susurre emocionado sabía que era un recuerdo que no me oiría pero parecía tan real - mamá, como te echo de menos - susurre de nuevo sobrecogido por la emoción. Me toque el pelo y me lo revolvi como hacía ella cuando era pequeño y le sonreí embobado al recuerdo. - Recuerdo ese día, ojalá las cosas hubieran sido distintas - suspiré, levante la mano a pesar de que sabía que acariciaria al aire.

Al abrir los ojos un par de lágrimas rebeldes rodaron por mi mejilla - gracias Evan cariño, ha sido muy bonito volver a verla - le agradecí mientras me limpiaba las lágrimas con una mano. - ¿Hay algo más que me quieras preguntar? o ¿hay algo que quieras hacer que no te dejen hacer tus padres o las hechiceras? - pregunte sonriendole.

-Tengo muchas visiones así- le comenté cuando me dio las gracias. -Si recuerdo más en donde estés tu te las mostraré.-

Me había encantado pasarme esas horas con el, lejos de todo lo que sabía me esperaba en casa.
-La verdad me encantaría quedarme y charlas más, pero sé que mi madre me ha hechado de menos y Lucien también querrá verme...- aun no sabía como tratarlos a ambos, mientras casi no se hablaban entre ellos.

-Me acompañas de vuelta?, No tengo miedo a perderme pero me gustaría charlar más sin llegar muy tarde.- Le dije para después abrazarlo. -Gracias por una de las horas más divertidas desde que llegué.-

- Me encantaría cielo, gracias - le dije sonriéndole agradecido.

Me llamo la atención que a mi hermano lo llamase Lucien, hasta a mi me llamaba ya tío Myles, ¿era solo un desliz gramatical o había algo más detrás?, ¿un rechazo consciente o inconsciente?, imaginaba que asimilar que al fin estabas en la misma isla en la que vivían tu padre y tu madre era complicado, más aún si entre ellos había tensión, esperaba que Lucien no hubiese hecho nada que provocase el rechazo de Evan aunque quizás sólo era cuestión de tiempo, decidí obviar el tema no querría arruinar el momento.

- Será un placer acompañarte - le asegure abrazandola también. - Repetimos cuando quieras, cariño - le prometi emprendiendo el camino de vuelta, charlando sobre todo un poco.

Al llegar a la residencia de las hechiceras me despedí de mi sobrina y me encamine a mi casa sonriendo y cantando, había pasado un rato increible con ella, había entrado en nuestras vidas para iluminarnos con su luz.