Dotes Mágicos II
Adivinación. Es el don de la profesia, la capacidad de vislumbrar hechos futuros. En su mayoría, los hechiceros se valen de técnicas de lectura como el de las tazas de té, las cartas, las bolas de cristal. Otros que se dedican al estudio de los Astros. Son escasos quienes poseen el don de las visiones, poseedores del Tercer Ojo.
Legeremancia. Es la capacidad de penetrar en el laberinto de pensamientos de una mente, conociendo lo así lo que otros piensan.
Oclumancia. Es la capacidad de cerrar la mente a intrusiones externas. Requiere una gran preparación mental y suma concentración.
Transformación. Aplicable a un objeto o a una persona. Los objetos son modificados absolutamente sin poder revertir su transformación a menos que se aplique el contra hechizo. Solo los expertos en transformación pueden utilizar esta técnica en personas o en sí mismos, algunos pueden alterar temporalmente sus rasgos físicos y otros adoptar una forma animal. También, existen casos esporádicos de camuflaje, conocidos como "camaleones".
Encantamientos. Es la capacidad de levitar o alterar todo lo físico. Modifican la estructura molecular de una cosa, objeto o materia, pero solo por un tiempo determinado sin llegar a ser nunca una transformación.
Hidroquinesis. Es la habilidad de controlar el agua con la mente, cualquiera fuera su estado: agua líquida, hielo y vapor. Los hechiceros más experimentados pueden manipular también las plantas o la sangre circulante en las venas de un ser vivo. Son escasos quienes pueden extraer agua del aire que los rodea. Quien practica la hidroquinesis posee sin duda alguna el don de la curación.
Pyroquinesis. Es la habilidad de controlar el fuego con la mente. Solo quienes poseen una gran y excepcional capacidad, pueden manipular los relámpagos (Electroquinesis). Esto implica mentalmente una ausencia completa de la emoción y de paz en la mente, y requiere físicamente la separación de las energías de yin y yang (también una interpretación de carga eléctrica positiva y negativa). Cuando chocan las energías, es la guía del hechicero la que controla la dirección del relámpago. Debido a esta complejidad, un ataque de relámpago tarda más tiempo en aprenderse que los ataques estándares de fuego. Con esta técnica es posible crear campos de fuerza, tanto para protegerse como para encerrar.
Eoloquinesis. Es la habilidad de controlar el aire con la mente. Conlleva mucha práctica manejar tecnicas como "el Vuelo", que consiste en planear o elevarse varios metros con grandes saltos, o hacer un huracán capaz de devastar una región completa.
Geoquinesis. Es la capacidad de manipular la tierra y la roca, en todas sus formas. Los hechiceros deben contar con una notable fuerza física para llevar a cabo estas técnicas, y solo los prodigios podrán destacarse controlando la arena, el metal o los cristales. Los más sabios son aquellos que conocen los secretos de alteración de los minerales o piedras preciosas.