Me encontraba en la terraza de mi casa mirando las olas romper sobre las rocas, las tensiones que había en la isla me tenían preocupado. Necesitábamos centrar toda nuestra atención en recuperar la magia de la isla y nuestros lazos tenían que estrecharse, si había un ataque era de vital importancia que nuestra confianza fuese inquebrantable los unos en los otros.
Unos ojos verdes retandome aparecieron en mi mente, no habíamos empezado con buen pie, nuestras fuertes personalidades nos habían puesto en guerra desde el minuto uno. Teníamos que firmar la paz por el bien de todos y de la isla, esperaba que ella recogiera el guante.
Llame a una de las aves mensajeras de la isla con un silbido y le ate a la pata un mensaje escueto y directo, "quiero hablarte de un asunto importante, desayuna mañana conmigo te estaré esperando en la terraza de mi casa" - eche a volar a la ave y mientras se alejaba pensé sonriendo a ti te tratará mejor que a mi.