Aprendiendo de la mejor - Thera & Megan

Paseaba arriba y abajo por el pasillo que daba a la puerta del despacho de Thera, me decia que no necesitaba entrar y entonces volvía a mi despacho y mi impaciencia se manifestaba con mi pie moviéndose frenéticamente arriba y abajo.

- Arg - gruñi molesta, estaba claro que no conseguiría aclarar mi mente por mi misma necesitaba una opinión experta y quien mejor que la más experimentada de mis hermanas, el problema era que no sabía por dónde empezar, no sabría explicarme y si lo lograba moriría de vergüenza. Pero no podía seguir así o acabaría estallando contra alguna de ellas, no estaba enfadada estaba confundida y cuando no era capaz de resolver un tema, mi yo irritable toma el control y no era agradable de presenciar.

Suspirando admiti mi derrota y me encamine hacia la fuente de saber que me aportaría luz en la oscuridad. Abrí la puerta y me apoye en ella entreabierta - ¿estas ocupada?, ¿puedes charlar un rato?, necesito de tu inmensa sabiduría - le dije sonriendo nerviosa.

Espere a que me diera permiso y entonces entre y cerré la puerta. Con una mueca insegura camine hasta el escritorio y me senté en la silla. Mire a Thera con una sonrisa resignada y comencé a hablar - Jake me tiene confundida, hace días que me evita y no se porque, no lo entiendo - comente sin anestesia si empezaba a darle vueltas sería más difícil de contar. - Mi primer instinto es ir a verle y preguntarle que le pasa pero primero quiero una opinión externa - dije decidida, había sido una buena idea venir, ella me aclararía las cosas. - Nuestro último encuentro fue de alto voltaje - le conté a Thera mientras notaba como el calor abrasaba mis mejillas sonrojadas.

-Nunca estoy demasiado ocupada, y más que nada trato de encontrar que hacer cuando Evan no está aqui. No quiero estar demasiado encima de ella, sabes?- le respondí con una sonrisa. -Aunque lo estuviera sienpre tendría tiempo para ti, así que sueltalo, que pasa?- le pregunté mientras la invitaba a sentarse.

Sonreí con sus primeras palabras y me la quedé mirando cuando confesó que su ultimo encuentro habia sido de alto voltage, buscaba signos de que ella estuviera bien con eso, que lo habia deseado en su momento.

Abriendo el cajón le extendí un trozo de chocolate, -Toma, creeme obra milagros- dije pensando en cuanto habia necesitado comer ultimamente.

-Corrígeme si me equivoco, ha sido por tu consentimiento y no han llegado hasta el final, cierto? Si hubieran llegado hasta el final, se estaría comportando como un capullo porque eso es lo que es, pero si no han llegado posiblemente se estè comportando como un capullo porque el mismo esté confundido.-

Me levanté y le dí un abrazo a Megan, invitándola a sentarse en el pequeño sofá conmigo.
-Bajo ningun concepto le busques tu, si el se ha comportado mal, pues le estarias demostrando que puede tratarte así o que no debe disculparse cuando se ha comportado mal. Ahora mismo vas a hacer lo más dificil de todo, esperar-

Tomé sus manos en las mías para infundirle ánimos. -Cuenta, como te ha tratado hasta ahora?, Te presionó para hacer algo?-

Asentí sonriendo comprensivamente, tenía que ser difícil reencontrarte con tu hija y controlarte para no asfixiarla con tu presencia constante. Le sonreí con cariño, era reconfortante volver a estar rodeada de personas que se preocupaban por ti y que siempre tenían su puerta abierta por ocupadas que estuvieran, suspiré como las había echado de menos. - Os extrañe Thera - dije de pasada antes de meterme de lleno en la charla.

Me reí a carcajadas y me sento de maravilla, el semblante se me relajo por un rato mientras aceptaba su invitación y me comía un pedazo de ese exquisito manjar que era el chocolate y que tan buenos recuerdos nos traía - el chocolate siempre al rescate en nuestras vidas - sonreí mirando divertida el trozo en mi mano. - ¿Lo comes por Evan o por Lucien?, ¿como van las cosas con él? - le pregunté por si quería hablar del tema ella también, esos druidas nos traían de cabeza a todas.

Fruncí el ceño y mire a Thera sin entender - ¿confundido por qué?, acertaste, después de la reunión fuimos a dar una paseo, acabamos besándonos en una cueva maravillosa que está detrás de una cascada, acabamos empapados de agua y fuimos a su casa a cambiarnos - le relate recordando ese momento con una sonrisa. - Me presto la ropa de su madre, fue muy tierno y respetuoso - le conté sonríendo.

Seguí mi historia con una sonrisa aún más amplia - cuando salí al patio a buscarlo había preparado una mesa llena de manjares o eso creía yo, no pruebes las ostras están malisimas - le advertí con naturalidad - nos besamos, besa muy bien - comente mirándola sonrojada - me gustan sus caricias pero cuando estoy con él soy un lío de emociones, primero tímida luego apasionada y por último miedosa y bloqueada, él me pidió que lo parase pero tenía curiosidad y cuando él me dio el control yo retrocedí - frunci el ceño relatado así podía ver porque Jake me evitaba, lo había vuelto loco con mis cambios de emociones.

Suspiré abatida y me tape la cara con las manos - ¿qué he hecho Thera?, normal que me evite, primero le digo que si luego que no, no sabrá qué hacer - el abrazo de mi amiga me reconforto.

Me levante y me senté con ella en el sofá, la escuche con atención pero no estaba segura de que aquello fuera lo mejor - pero así nunca arreglaremos este lío si yo le evitó y él me evita, lo que necesito es que me ayudes a aclarar todo este caos emocional que está en mi cabeza porque mi cuerpo sabe lo que quiere pero mi cabeza no - le dije suspirando y masticando un trozo de chocolate.

Sonrei con cariño al notar como me tomaba las manos - Oh no, que va, ha sido muy dulce y protector todo el tiempo, soy yo la que le mando señales contradictorias, libere su lado pasional y después no supe como gestionarlo - reflexione en voz alta, no quería que Thera tuviera mala imagen de Jake, era un buen hombre pero un hombre al fin y al cabo y yo una mujer con nula experiencia y un gran caos mental. - ¿que hago ahora Thera?, él quiere algo de mi que yo todavía no puedo darle y yo quiero experimentar con él pero sin llegar a mayores pero algo me dice que eso no es viable - era un completo desastre - ¿puedes ayudarme?, ¿cómo salgo de este lío?, quiero volver a cuando lo teníamos todo bajo control y nos divertiamos solo besándonos - pero algo me decía que aquel día en casa de Jake era un punto de no retorno, mire a Thera con la esperanza de que ella tuviese la solución que necesitaba.

-Por Evan- respondía a su pregunta acerca del chocolate una vez sentadas. -Si comiera por como Lucien me hace sentir, estaría perdida- terminé de comentarle riendo.

Escuché su historia sonriendo aun más cerca del final. -No te culpes Megan- dije mientras apartaba sus manos de la cara. -Tu reacción es normal, la de el es infantil.-

-Ahora la cuestión no es aclarar nada, y tu no le estás evitando. Cuando el te busque, tu estarás lista y más aclarada, pero nada de buscarlo tu. A estas alturas un hombre como Jake sabe que ha actuado como un tonto, dale unos días a que se de cuenta querida-

Subí las cejas sugestivamente para molestarla in poco cuando salió en su defensa sobre lo dulce y protector que podía ser Jake y sonreí. -Tu no estás hecha un lio, tus sentimientos son claros, y tus acciones lo unico que demuestran es que necesitas ir despacio. Eso si un consejo, si es el hombre que te gusta y no quieres confundirlo se sincera aunque te cueste, dile como te sientes emocional y fisicamente. Será más fácil para él saber que aun no estas lista, si sabe que aun lo deseas.-
Le quité un pedazo de su chocolate y me lo metí en la boca de una a tes de que pudiera protestar riéndome, -Mira no va a ser la última vez que el tenga ganas y tu no, y se va a tener que aguantar, así que se acostumbre- comenté justo antes de escuchar un ruido fuera de la casa que me hizo asomarme a la ventana que daba al jardín, y comenzar a reír antes de abrir la ventana y girarme a ver a Megan. -Lista para ver a un hombre hacer el ridículo por una mujer?- la invité a que se uniera conmigo a la ventana abierta.

Le sonreí agradecida a Thera, siempre tenía la palabra justa en el momento justo - Lo se, pense que sería más fácil, me gustaría poder dejarme llevar, ser más lanzada, como vosotras - comente sonriendole grande a Thera, ellas eran mi modelo y admiraba como se desenvolvian en ese juego que era tan nuevo para mi. - Pero cada una es como es y eso es lo que nos hace especial a cada una, también lo sé - suspiré encongiendome de hombros - pero a veces me gustaría pensar menos y actuar más pero es una parte de mi que tengo muy dormida - admiti suspirando de nuevo.

Mire a Thera con escepticismo, no estaba muy segura de que estuviera lista y aclarada cuando llegara el momento de charlar con Jake. Deje que el consejo de Thera calase en mi y me permití asimilarlo sin juzgarlo, ella tenía razón era mejor que esperase unos días.

Escuche con atención el consejo de Thera y supe que había acertado al acudir a ella en busca de ayuda, su último consejo me había aclarado por fin la mente ahora ya sabía como debía actuar de ahora en adelante, esperaría a que Jake viniese a charlar y como los adultos maduros que eramos aclararíamos el tema tranquilamente. - Tienes razón Thera, seguiré tu consejo, gracias ahora ya lo tengo todo un poco más claro, espero que Jake no tarde mucho en dejar de evitarme o si no todo se complicará, la paciencia no es una de mis virtudes precisamente - dije recostandome en el sofá un poco más relajada.

- Hey, ladrona, por ser tú te lo perdono si no te hechizaria para que pagarás por ello - le dije riéndome y fulminandola en broma con la mirada.

Escuchamos ruidos procedentes del exterior de la casa y mire con curiosidad a Thera, ¿qué alteraba la calma de la isla?, mi curiosidad aumentó al escuchar las palabras de Thera, me levante para ver por mi misma que era lo que ocurría y me asome a la ventana, lo que vi me sorprendió, era a la última persona que esperaba ver en ese momento pero al parecer lo habíamos invocado de tanto hablar de él.

Había salido de camino a mi casa, después de unas cuantas cervezas de más y de hablar demasiado con Myles. Podría decir que no sabía como había llegado aquí, pero su nombre lo tenía en mis labios.

Yo nunca he sido uno para hacer el ridículo, pero no me importaba... lo único en mi mente era no perderla, y estaba más asustado y perdido que Ulises buscando Itaca.

Llegué a la casa y mire a todas partes... donde diablos estaba la ventana, había luz en muchas a la misma vez, como demonios se suponía que la iba a encontrar, no se supone que tendría que saber. Tropecé con la fuente y caí al agua, -La mierda- murmuré completamente empapado cuando se abría una ventana mientras trataba de salir de la fuente.

-MEGAN- grité e hipé a la misma vez. La que salió no era ella, -tu- (hipo) tu no eres Megan- le dije enfadado. -MEGAN- volví a gritar. -SOY UN ASNO-.

Me senté en el piso y empecé a reírme de mi mismo!

Al asomarme a la ventana pude ver a un Jake empapado hasta los huesos, me mordí el labio al verlo, pobre se debía de haber caído a la fuente, le daba pena no invitarlo a entrar y ayudarlo, pero seguiría el consejo de Thera, pese a las ganas que tenía de bajar se quedó plantada en el sitio viendo el espectáculo que estaba montando el hombre, lo mataría como no dejara de gritar, no es que tuviera secretos con sus hermanas pero no quería alertar a toda la casa de su pequeño drama. - Vete a casa Jake, búscame cuando estes sobrio - le dije sin reproche en mi voz con dulzura pero con firmeza.

A medida que pasaban los minutos me enfadaba con la situación ¿tan difícil hubiese sido venir a la residencia y buscarme para charlar en condiciones óptimas?, no sólo me evitaba que ahora me preocupaba pues no creía que Jake fuera del tipo que se emborrachaba lo que me molestaba aún más porque algo que podían haber solucionado tranquilamente estaba trastornandolo de ese modo.

Suspire profundamente contrariada - ¿Como avisamos a algún druida para que venga por él?, así no puede irse a su casa, temo que se haga daño - le dije a Thera girandome para mirarla en busca de ayuda.

La situación entera era de lo más graciosa. Sin embargo la pregunta de Megan era aun más válida. -Quédate aquí- le pedí, -si hace falta le puedo acompañar y regresar como halcón.-

Me abrí paso en la casa hacia una de las puertas que daban al jardín interior y la abrí al tiempo que miraba a un empapado Jake con pena. Se veía que estaba loco por Megan y el pobre no tenía idea.
Y yo esperaba ser así de paciente cuando llegara el primer novio de Evan... no quería ni pensar en ello.
(Fdr: Va a odiar a los Dilconte lol)

-Jake- le llame tocándole el brazo mientras le envolvía en una manta que había recogido de camino al patio. Aunque me hubiera gustado secarlo no iba a hacerle nada al cuerpo de otra persona sin su permiso. También en secreto esperaba que el agua fría de la fuente le ayudara con la borrachera.

-Tienes que irte a casa, ella no va a salir- cuando ví que tenía su atención continué. -Flores, chocolate, y un perdón no vendrán mal dentro de dos días, me temo que mañana te dolerá demasiado la cabeza como para hablar- Por muchos poderes que tuviera, una borrachera de ese tipo no creía en magia.

El estado en el que se había ido Jake de mi casa me había preocupado, no quería ser la niñera de nadie ni interferir en nada de lo que estuviera pasando entre él y su hechicera pero algo le decía que debía ir tras él para asegurarse que no acababa mal parado.

Suspirando fui tras él, no me tomó mucho tiempo alcanzarlo en su estado, fui testigo del espectáculo que estaba montando mi amigo y menee la cabeza de un lado a otro. No interveni por si a Megan se le ocurría bajar y ayudarlo pero cuando vi aparecer a Thera con una manta supe que era el momento de arrastrarlo de nuevo a su casa.

- No te preocupes Thera, yo me encargo de llevarlo a su casa y asegurarme de que se le pasa la borrachera - le asegure acercándome a ellos para revelar mi presencia allí. - Vamos amigo, necesitas una ducha y un café bien cargado - dije tomando a Jake del brazo y levantandolo del suelo.

El druida opuso un poco de resistencia pero finalmente los dos hombres desaparecieron con rumbo a casa de Jake, donde Myles lo obligó a tomarse una ducha para despejarse y le hizo café para que volviera a ser persona.