Jake Dilconte Fecha de Nacimiento: 14 de Marzo de 1982
Signo del Zodíaco: El Fresno
Habilidades/capacidades: Es buen pescador, de tal manera que pareciera que entendiera lo que dicen las olas del mar. Entiende lo que significan la Luna y las mareas, además tiene una habilidad innata para la música.
Rasgos físicos: Alto y delgado Jake es un chico que llamará definitivamente tu atención. Por lo general se le nota un aire de nostalgia pero es un efecto que producen sus ojos azul cielo si te mira demasiado fijamente. Su piel es extremandamente blanca y su pelo completamente oscuro son herencia de su padre italiano, los ojos son de su madre. Ojos almendrados, labios exuberantes y su rostro, el de un hombre.
Rasgos psicológicos: Muchas veces cuando eres el hermano mayor te conviertes en una persona más responsable. Le gusta brindar siempre una mano amiga a los demás. Tierno y romantico, necesita del cariño para no sentirse mal. A veces provocativo e insolente, otras callado y otras dulce y poeta.
Suele ser protector con los que quiere y siempre ve el lado positivo de las cosas.
Orígenes: Había nacido en Italia y aun había veces en las que extrañaba su Florencia natal. Cuando su hermano aun era pequeño sus padres murieron y él era quien se ocupaba del pequeño Nickolas. Las dudas y la falta de apoyo lo sumieron en un estado en el que nada le importaba y se refugiaba en las noches en la magia extraña de la luz de Luna. Cuando su abuela fue a buscarlo tuvo que tomar la decisión de enviar a su hermano a una escuela privada pues no lo enfrentaría a una tierra que según lo poco que el mismo había visto estaba es vías de extinguirse. Nunca le dió demasiada importancia al dinero, el y su hermano lo tuvieron en demasía pero no los cobijó de la falta de familia, apoyo y cariño que sufrieron por el tiempo que estuvieron solos.
Para lo único que salió de la Isla después de la muerte de su abuela fue para las visitas ocasionales a Nickolas que ya estaba en la Universidad y para comprar lo que algunos druidas necesitaban para hacer los arreglos en sus casas.
Conocer a Aidan y que se convirtieran en amigos como ellos lo eran fue cosa del destino.
Lo que sucedería con las hechiceras que llegaban poco a poco era cosa de proponérselo, sin embargo Jake no estaba desesperado. Le parecía extraño pero hasta el momento las mujeres que habían llegado ninguna podía verse como la musa que él necesitaba para su vida... a ver quien sería la próxima.
No se puede negar que al destino le gusta bromear.