Como su dueño el hogar de Dilconte parece más oscuro que lo que en realidad es, más indómito y salvaje. Los suyos le llaman el pescador, porque se dedica a la pesca, pero también por tener los atributos necesarios, la paciencia infinita y la absoluta determinación. Su hogar perteneció a sus antepasados druidas, una casa incrustada en la misma roca que da a los acantilados.
El salón muestra la escencia de algunos, la música los expresa mejor que cualquier otra cosa, es su medio para sacar sus pasiones más oscuras y mostrar al mundo la persona que conocen, serena, calmada.
Pescadores, el mar es parte de su vida. Necesitan de su visión a la hora de preparar un banquete.
El patio un lugar para componer, para contemplar el espacio, para estar al ritmo del universo y en la paz del hogar.
En la parte más alta de la casa se encuentra la habitación del miembro más joven.
Quitarse la sal del mar, el olor del pescado, y prepararse para la cena, son rituales ancestrales de los Dilconte.
Por ultimo y en lo más profundo de la roca se encuentra la habitación de Jake, como las aguas del mar lo que no ves quizás sea lo más hermoso.