La morada del pequeño de los Rondeau es una pintoresca casita en un árbol, puede parecer como todas las de sus compañeros druidas, pero si te adentras en ella descubrirás su toque especial
Una sala en armonía con la naturaleza pues la domina unos fuertes troncos de madera, amplios ventanales que llenan de luz la estancia y cómodos sofás hacen de esta una de las estancias preferidas del dueño
Un comedor al lado de la sala equipado con todo lo necesario para hacer su estancia confortable
Una elegante y acogedora habitación donde Myles se rinde a los brazos de Morfeo
Elegantes pasillos iluminados con discretas lámparas y estanterías repletas de libros, los ventanales pequeños arrojan luces y sombras sobre el hogar, al igual que el dueño.
La terraza es otro de los espacios que más le gustan a Myles de su morada, pues desde alli puede sentarse y estar en sintonía con la naturaleza pudiendo apreciar el esplendor del bosque