Cuñados por partida doble?? [Jardín Mirador/Imbolc 2012]

La curiosidad mató al gato solían decir pero yo no era un dulce gatito, y me moría de ganas de ver como era el lugar que antes casi no había podido observar.
Como halcón me encantaban las alturas y sentí el aire pero este era un lugar donde la magia reinaba.
Me acerqué a la zona del borde con cuidado y miré hacia abajo, "Menudo susto se debía haber llevado Lucien cuando me tiré a volar desde aquí"

Volví sin darme cuenta siquiera al árbol en donde habíamos estado apoyados y toqué suavemente la corteza. Raphe había llegado con Anastasia y les había dejado descansando, aunque yo aun no lo hacía sino que me rompía la cabeza imaginando como ayudarles a que vieran lo que no veían del otro.

Necesitaba hablar con Valentine, sabía que me quería contar algo hacía unos días pero aun no lo hacía y ya no podía más de impaciencia.

Me encontraba paseando por el bosque cercano a mi hogar, me encantaba aspirar el aroma de los árboles, purificaba mi cuerpo y me clarificaba las ideas. Desde el día del lago tenia la cabeza echando humo, lo único que me consolaba es que parecía que todos estábamos igual, las hechiceras habían puesto nuestra monacal vida patas arriba. Hasta mi querido hermano Lucien había estado a punto del colapso hasta hace poco por las escenitas de huida que protagonizaba la prima de Valentine. Pero aquello había terminado no sabia cuando ni porque pero ahora no se evitaban, todo aquello me intrigaba demasiado.(Fdr: Me he adelantado si va a seguir huyendo avisame y edito XD). Como si estuviésemos conectados por telepatía la protagonista de mis intrigas se transformo delante de mí, ambos acabábamos de llegar al jardín mirador.
- Es una bonita mañana para volar por la isla ¿verdad? – dije a modo de saludo, la picardía por intentar sobresaltarla se reflejaba en mi rostro.

Frd: Ya no huye jajajaja xD

Sonreí aun de espaldas antes de virarme y alzar ambos hombros. -Supongo que la frase: "Tu hermano me hace volar" en mi caso ha sido literal ¿no?- Le dije mientras me acercaba y lo besaba en la mejilla a modo de saludo para alejarme unos metros y mirar el paisaje.

-Lo siento se que ha estado mal, lo he hecho incómodo para todos ustedes- reflexioné en voz alta a modo de disculpas, -aunque en realidad no sé que le molestaba más a Lucien, si que lo evitara o no poder controlar al halcón, ¿esto de controlar es algo de familia?-
No pude evitar picarle un poco, en realidad conocía a Myles de pocas conversaciones en grupo pero me caía bien y veía muy graciosas las miradas que le dirigía a Valentine. Pero conociendo a Valen prefería que si había algo de esto me lo contara ella misma pues sabía que ella era... única.

-La isla es preciosa Myles, ¿sabes? cuando tenía 14 años soñaba con un lugar como este al que poder escapar y tener a mi bebé... se ha cumplido algo tarde pero se ha cumplido.- Miré los alrededores y sonreí, me gustaba mucho la jardinería y suponía que podía empezar a ayudar en algo con el trabajo de mantener la isla habitable y bonita para que nunca perdiera su resplandor.

-¿Que haces tú? Supongo que tomarte un respiro de todas las féminas que han invadido tu casa ¿no? Y bueno aquí vas y te encuentras a otra.- Le dije mientras me sentaba en el piso cerca de las flores.

Una sonora carcajada salio de mi garganta al oír su respuesta correspondí a su saludo besándola en la mejilla también, - prefiero no saber de que distintas formas te hace volar mi hermano Thera – contrarresté moviendo las cejas de arriba abajo con mirada picara.

Negué con la cabeza ante su reflexión pero evite interrumpirla para permitirle expresar como se sentía – te puedo asegurar que a mi no me has incomodado, al revés me has proporcionado horas de diversión a costa de mi querido hermanito – le aclare sonriendo ampliamente para después ponerme más serio – creo que las dos cosas pero más la segunda, los Rondeau somos así, defecto de fabrica. Creo que esta en nuestro ADN intentar controlarlo todo – comente haciendo una mueca. - No se como lo arreglasteis pero me alegro que tengáis mejor trato ahora – le dije volviendo a sonreír.

- Si, es un paraíso. – sus siguientes palabras me descolocaron o yo habia estado muy ausente en nuestras charlas en grupo o no recordaba que hubiese mencionado que había sido mama - ¿tuviste un bebe? – pregunte sorprendido, no respondí de inmediato a su pregunta pues aun estaba asimilando la información anterior – podéis quedaros en mi casa todo lo que queráis sois bienvenidas, si me necesitáis para algo estoy en la casa Rondeau – divagué sin darme cuenta, mi atención se había evaporado "¿sabría Lucien que Thera era madre?", deje esos pensamientos para responder adecuadamente - vengo aquí cuando tengo un rato libre y me apetece relajarme y meditar, es un sitio que trasmite mucha paz y su panorámica es impresionante – mientras hablaba me senté a su lado - ¿como se llama? – no pude evitar hacer la pregunta la curiosidad me carcomía.

Me gustó que riera, ya sé que puede sonar raro pero yo sabía que si mis intuiciones eran correctas y por lo general lo eran, Myles y Valentine se atraían bastante y Valen necesitaba a alguien que la hiciera reír.
-Ok, no te diré entonces de que formas- le respondí también sonriendo. Myles me agradaba, los demás eran demasiado formales a veces incluyendo a su hermano, y aunque Aidan tenía un lugar especial en mi corazón no podía negar que Myles era con el que más cómoda me sentía.

-Los hermanos en pugna- dije y recordé muchos años atrás como eramos Raphe, Valen y yo misma y también Claude, Diana, Niamh y Megan. -Oh, ya me he dado cuenta de que son controladores- sonreí para confesar luego: -Lo que sucede es que mi entrada fue algo...- En realidad no sabía como explicarlo y terminé por decir las cosas como normalmente las decía, directo y duro.
-Digamos que llegué convertida en halcón y el me tomó cierto cariño y luego me transformé... desnuda- Comencé a reír viendo la cara que había dejado Myles. -No lo puedo culpar en realidad- dije entre risas todavía.

Asentí más seria a su siguiente comentario. -Supongo que tampoco querrás que te diga como lo arreglamos- Le dije finalmente bromeando mientras miraba a mi alrededor. "Un paraíso" si, definitivamente lo era después de todos esos años.
Su sorpresa ante mi maternidad me confirmó lo que sabía, Lucien era muy callado pues solamente él y Aidan lo sabían y nadie más se había enterado. Asentí a su pregunta finalmente sin dar detalles pues su generosidad me hizo sentir un agradecimiento que hacía rato no sentía. -Gracias Myles, eres muy generoso con todas nosotras y sé que el espacio de un hombre es especial para él. Estuvimos viendo la casa grande, quizás podamos ocuparla todas juntas antes de...- lo miré picaramente levantando una ceja -Antes de todo esos planes que tienen para nosotras, porque supongo que relativo a lo de prolongar su linaje la inseminación no la tienen en mente ¿no?- Una vez que hablé me arrepentí de inmediato como ocurría frecuentemente, esperaba no hacerlo sentir incómodo sino solamente bromear; así salían mis bromas.

El lugar era realmente especial, transmitía un grado de comunión con la naturaleza como casi ningún otro de los pocos que había visitado en la Isla.
Cuando se sentó a mi lado lo miré curiosa, me gustaba leer el comportamiento corporal y su comportamiento significaba un grado más alto de comunicación. Entendí su pregunta pero no sabía como responder, obviamente sabía cual era el nombre de mi hija pero no sabía que quería saber él en realidad...

Después de un rato de silencio respondí a su pregunta.
-Evan Halley D´Vartan- lo miré atenta a su siguiente pregunta pues imaginaba que vendría otra más sobretodo porque el apellido de mi hija y el mío eran el mismo. -Tiene 16 años-
Me anticipé otorgándole uno de los datos más importantes, sabía que lo siguiente eran los cálculos por mi propia edad, Aidan había reaccionado con compasión, ¿como reaccionaría Myles? Era la pregunta del millón.

Me quede mirándola intrigado cuando dejo la frase a medias, no había estado en su llegada a la isla, estaba curando a su prima y eso me trajo muy buenos recuerdos a la mente.
La mire entre sorprendido y divertido ante su confesión, en el poco tiempo que había podido tratarla me había dado cuenta que Thera era toda una coqueta atrevida – debiste hacer estragos en tu llegada, pongo la mano en el fuego y no me quemo si afirmo que mis hermanos druidas te prestaban toda su atención – afirme riéndome con ganas – me hubiese gustado verte llegar, no por verte desnuda, no me entiendas mal sino por ver la cara de mi hermano cuando te transformaste desnuda, estoy seguro que el deseo y la furia compitieron mano a mano en su mente – no podía parar de reír ante la visión de la escena.

- Te confesare que el primer día me fui a casa de Lucien a tomarme un trago con él para desestresarme, tener a tantas mujeres en mi casa después de tantísimo tiempo colapsa un poco y al principio me daba un poco de cosa que invadierais mi habitación y mi baño y que cambiaseis algo de sitio, pero ya lo he superado, estoy encantado de ser vuestro anfitrión – le comente sonriendo – además tengo pase privilegiado para inmiscuirme en charlas y ver que andáis tramando, eso no tiene precio, así que sin prisas – bromee alzando las cejas cómicamente.

La curiosidad volvió a mi cuando de nuevo dejo una frase inconclusa, arrugue la nariz – argg, no tengo nada en contra de quien lo hace por esos medios pero a mi parecer ya que vas a meterte en ese lío que sea placentero – alce una mano antes de que me abofetease – es broma, es broma, la verdad no se como afectara en nuestras vidas vuestra llegada, no se si algún druida se enamorara de alguna hechicera y esta le corresponderá, pero no vamos a forzar nada, esa necesidad esta ahí, pero si no surge con vosotras tendremos que salir fuera a buscarlas – dije con sinceridad alzándome de hombros.

- Bonito nombre – acote, me extraño que tuviese el mismo apellido que Thera y mi mente empezó a imaginar teorías – wow, ya no es un bebe, es toda una mujercita en ciernes, de de volverte loca de pequeña – dije haciendome una idea de una niña revoltosa fiel reflejo de su madre - ¿y el padre?, ¿no se quiso hacer cargo? ¿o fue un error? o espero que no fuese un abuso – pregunte alarmado recordando lo que me había contado Valentine.

-¿Toda su atención?- lo imité riéndome sin poderlo evitar pues se veía que Myles disfrutaba ver a los demás pasar por momentos apurados. -Tu eres el bromista de la Isla ¿cierto? Haces que todo el mundo se sienta bien Myles- le dije porque en verdad tenía esa capacidad entre la madurez y lo tierno de un muchacho.

Su risa era contagiosa y su comentario de como había salido de su casa a tratar de quitarse tanta tensión me hizo sonreír. -Cambiamos vuestra vida completa Myles, pero espero que sea de forma positiva, ustedes han sido muy generosos por darnos el regalo de este lugar y de su protección.-
Volvía a hacerme reír por sus comentarios. -Creo que dentro de poco ya nos mudaremos, ese día haremos una reunión con todos en el Salón de la Planta Baja de la casa. Pero tienes prioridad para enterarte de todo, no te preocupes. Salvo que algún comentario se trate de ti- le dije finalmente riendo con él.

-Placentero, me gusta tu descripción, yo creo que cada uno de ustedes es único para cada una de nosotras, incluso a Sophie que es la más retraída se le nota que prefiere a Aidan al resto, al menos para pasar el tiempo y conversar y creo que así le pasa a todas, además si Valen no ha visto nada de eso estaremos en paz por el momento- aseguré. -Espero sinceramente que no haya que buscar nada afuera- mi lado coqueto salió para bromear con él.

Sus siguientes comentarios hicieron que hiciera un viaje al pasado. -En realidad era muy tranquila, no sé de quien lo sacó, porque yo no lo era de pequeña y su padre por lo poco que conocí de él... no creo que lo fuera.- La palabra abuso en los labios de Myles me puso alerta, pero luego recordé mi edad, cualquiera podría haberlo pensado de una madre de 14 años, pensando así logré relajarme.

-No fue un abuso Myles- confesé y sonreí. -Él padre de Evan es mi más bello recuerdo amoroso, la gente no puede entenderlo pero nosotros eramos... todo aquello que aun hoy pido en una pareja, aunque yo era quizás demasiado joven pero sabía lo que estaba haciendo, a pesar de eso no medí las consecuencias pero visto desde este momento no me puedo arrepentir. Muchos lo culpan pero yo no soy una de ellos.-

Acaso no había sido eso él para mi, el padre de mi hija, mi más puro amor al que no pude confiarle nada.

-Yo no lo considero un error Myles, y creo que el tampoco lo haría si lo supiera. En un primer momento cuando me enteré no le avisé por miedo de que mi familia la tomara con él y pudieran obligarlo a algo, temí por él y decidí protegerlo aunque eso significara no decirle la verdad. Después me robaron a mi bebé y para cuando logré recuperarla... pasó todo lo de la Corte.-

Debía reconocer que desde que llegué a la Isla había pensado en el bastante seguido. -Quizás si mi hija lo desea yo le busque algún día.-

- Gracias Thera, aunque si les preguntas a ellos, creo que a veces les gustaría tirarme desde los acantilados – respondí sonriendo de lado.

- Oh vaya, pero justo eso es lo más interesante saber que tramáis de mi – fingí un puchero divertido – bueno entonces tendré que espiaros – hice una pausa para ver si se lo creía – nah, es broma, soy cotilla pero tanto no, ante todo dignidad de hombre, se me pasan por las mente otros métodos más provechosos para sonsacar información – aventure mirándola enigmáticamente.

- Cierto, su don es un tanto preocupante porque hagas lo que hagas puede que ella vaya un paso por delante de ti – conteste sinceramente meditando sobre ello. Sonreí ante su coquetería – seria una pena sois unas mujeres excepcionales y bellas – respondi en el mismo tono.

- Es extraño, los hijos suelen adoptar la forma de ser de alguno de los dos progenitores, bueno puede que lo haya sacado de su tío o de otro familiar cercano – teorice hablando por hablar sin conocimiento.

Expulse el aire que inconcientemente había retenido al oírla negar un abuso – me alegro – acote escuetamente para no interrumpir su comentario. – Que bonito, guardar como un tesoro los recuerdos de un amor, eso dice mucho de tu personalidad Thera, las personas tendemos a manchar con pensamientos negativos los gratos momentos vividos con esa persona, eres una afortunada – exprese mirándola con reverencia posando por unos momento mi mano encima de la suya para después apartarla con una sonrisa. Estaba empezando a tomarle cariño a aquella mujer y deseaba con todas mis fuerzas que mi hermano no le hiciese daño.

- Es terrible lo que me cuentas, debió de ser muy complicada la situación, debió de darte pavor pero ¿no avisarle?, perdóname Thera no pretendo juzgarte pero todo hombre pase lo que pase, por encima de cualquier problema tiene derecho a saber que tiene una hija, la familia es sagrada – el que me conoce sabe que me caracterizo por decir lo que pienso sin florituras, sinceridad pura, y muchas veces no es bienvenida por eso mire con cautela a Thera esperando que reacción provocaría en ella mis palabras. – No esta en mi forma de ser omitir lo que pienso o adornarlo, espero que no te moleste mi sinceridad, no lo he dicho con animo de dañar – aclare lo obvio para rebajar un poco la tensión que yo mismo había provocado.

Levante la cabeza al cielo y pude notar por la posición del sol que el tiempo había avanzado rápidamente, le di un tiempo a Thera por si quería rebatirme algo y poco después me levante – el dios Chronos ha hecho de las suyas debo volver a mis quehaceres, ha sido una charla muy gratificante Thera espero que mis últimas palabras no la hayan estropeado – le sonreí, nos despedimos y me encamine hacia lugares más profundos de la isla en busca de plantas que recolectar.

fdr: lo ultimo me dio penita ponerlo, pero tenia que hacerlo para darle coherencia a su reacción en el salón, lo termine pq ya es muy viejo y creo que es mejor empezar uno nuevo, si cuando vuelvas de viaje quieras cambiar algo avisame y edito. Besis.

La reacción de Myles ante mis recuerdos me asombró, en realidad pocos hombres valoraban los recuerdos de una mujer. Me había quedado callada y pensativa reteniendo su mano en la mía y sintiendo lo que pueden hacer los amigos cuando son buenos, poco a poco se convierten en familia.

-Siempre he dicho Myles que los amigos pueden hacer y decir lo que quieran, ya que son los únicos que tienen libertad para hacerlo, y que uno los tiene que perdonar obligatoriamente, porque siempre están mirando en nuestro buen futuro.- Fueron mis primeras palabras y según iba hablando iba analizando cada paso que había dado. -No creo que pueda pensar en otra manera de hacer lo que hice y no me arrepiento de haberme sacrificado por él, pero si, creo que a pesar de todo tiene derecho a saberlo, aunque sinceramente yo como mujer tenía derecho a su respeto y su preocupación por mi, cosa que no tuve, el se marchó sin mirar atrás y hablando de derechos eso tiene que contar. Lo haré por mis recuerdos de él y por nuestra hija, pero sobre todo por el amor que un dia nos tuvimos aunque fue corto.-

No dije nada más porque no sabía que más decir y cuando se despidió le dije lo único que se me ocurrió. -Gracias Myles.-

^{Fdr: Ya lo cerré.}